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Aeroméxico

Historia de Aeroméxico

Aerovías de México, S.A. de C.V., operando bajo el nombre de Aeroméxico, es la aerolínea de bandera de México, fundada en 1934. Con su base en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Aeroméxico se ha consolidado como una de las principales aerolíneas de América Latina, ofreciendo vuelos a múltiples destinos alrededor del mundo.

Su flota actual consta de 111 aeronaves, con 13 nuevas órdenes en curso. La aerolínea también cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores, lo que refleja su importancia y solidez dentro de la industria. Aeroméxico realiza vuelos directos desde y hacia México, los Estados Unidos, Canadá, el Caribe, Centroamérica y Sudamérica, Europa, Asia y Oceanía. Además, ofrece vuelos de código compartido con las empresas asociadas a la alianza SkyTeam, de la cual es miembro fundador junto con Delta Air Lines, Air France y Korean Air.

La sede corporativa de Aeroméxico se encuentra en la Torre Mapfre, ubicada en el Paseo de la Reforma, en la Colonia Cuauhtémoc de la Ciudad de México, un lugar estratégico que simboliza su presencia en la capital del país.

Fundación y Primeros Años

Aeroméxico fue fundada el 14 de septiembre de 1934 por Antonio Díaz Lombardo bajo el nombre de Aeronaves de México. El primer avión de la aerolínea fue un Stinson SR, que realizó su vuelo inaugural en la ruta Ciudad de México-Acapulco. Este vuelo, pilotado por Julio Zínser, marcó el inicio de una larga historia en la aviación comercial de México. La elección de Acapulco como destino inaugural no fue casual; esta ciudad era un popular destino turístico, lo que permitió a la aerolínea captar un mercado emergente de viajeros.

Durante los primeros años, Aeronaves de México enfrentó varios desafíos, incluyendo la escasez de aviones y repuestos provocada por la Segunda Guerra Mundial. Esta situación obligó a Díaz Lombardo a buscar un socio en el sector aeronáutico, lo que llevó a que el 30 de abril de 1941, Pan American World Airways adquiriera el 25% de las acciones de la aerolínea. Esta alianza fue crucial para la supervivencia de Aeronaves de México durante los años de la guerra y permitió a la empresa consolidarse en el mercado de la aviación mexicana.

Para 1955, Aeronaves de México ya contaba con oficinas en 21 ciudades del país y dos en los Estados Unidos. Su flota estaba compuesta por 15 aviones, entre los que se encontraban 12 DC-3, dos DC-4 y un C-47 carguero. En ese mismo año, la aerolínea incorporó cuatro nuevos aviones Convair 340-51, que recibieron las matrículas XA-KIN, XA-KIL, XA-KIM y XA-KOU. Estos aviones permitieron a la aerolínea expandir sus rutas y ofrecer un servicio más eficiente y confiable.

Expansión y Nacionalización

En 1957, Aeronaves de México obtuvo permisos para volar las rutas Ciudad de México-Nueva York y Acapulco-Los Ángeles, marcando el inicio de su expansión internacional. Ese mismo año, los accionistas mexicanos recuperaron las acciones en poder de Pan American World Airways, lo que permitió a la aerolínea volver a ser controlada por capital mexicano.

Dos años después, en 1959, el gobierno federal adquirió por decreto todas las acciones y bienes de Aeronaves de México, nacionalizando la empresa. Para 1964, Aeronaves de México contaba con 2,980 empleados y ofrecía servicio a 32 destinos nacionales, así como a ciudades en Estados Unidos, Europa, Canadá y Sudamérica. La ruta Ciudad de México-Acapulco, su primera y más emblemática, contaba con nueve frecuencias al día.

El 14 de agosto de 1964, la aerolínea inauguró su primer vuelo sin escalas entre Ciudad de México y Tijuana, utilizando un avión DC-6. Este vuelo fue un hito en la historia de la aerolínea, ya que permitió conectar el centro del país con la frontera norte de manera directa. A finales de los años 60, Aeronaves de México creó su primera subsidiaria regional, Aeronaves Alimentadoras, con el objetivo de cubrir rutas nacionales de menor demanda y alimentar su red principal. Esta estrategia permitió a la aerolínea aumentar su presencia en el mercado nacional y ofrecer un servicio más completo a sus clientes.

Cambio de Nombre y Modernización de la Flota

En marzo de 1971, Aeronaves de México rentó dos aviones DC-8-63CF con las matrículas N4865T y N4866T, lo que marcó el inicio de la modernización de su flota. Un año después, en febrero de 1972, la compañía cambió su nombre comercial a Aeroméxico, un nombre más corto y fácil de recordar que reflejaba su identidad como la aerolínea bandera de México.

El 19 de octubre de 1973, Aeroméxico recibió autorización para adquirir dos aviones DC-10-30, lo que permitió a la aerolínea ampliar sus operaciones de largo alcance. El primer DC-10-30, con la matrícula XA-DUG y el nombre «Ciudad de México», llegó el 17 de abril de 1974. Un segundo avión, con la matrícula XA-DUH y el nombre «Castillo de Chapultepec», se incorporó a la flota un mes después. Estos aviones permitieron a Aeroméxico competir en igualdad de condiciones con otras aerolíneas internacionales en rutas transatlánticas.

El 30 de junio de 1981, Aeroméxico recibió su primer DC-10-15, con la matrícula N10038 y el nombre «Anáhuac». Este avión fue seguido por otro DC-10-15 en noviembre del mismo año, con la matrícula N1003N y el nombre «Independencia». En diciembre de 1983, la aerolínea incorporó otro DC-10-30, con la matrícula N3878P, y en septiembre de 1989, uno más con la matrícula XA-AMR. Estos aviones se convirtieron en la columna vertebral de la flota de largo alcance de Aeroméxico durante la década de 1980.

Crisis y Reestructuración

La crisis económica de 1982 afectó severamente al sector aeronáutico en México, elevando la deuda en dólares de las aerolíneas y dificultando sus operaciones. Aeroméxico no fue la excepción, y durante ese año, el número de pasajeros internacionales disminuyó en un 27%, mientras que los pasajeros nacionales cayeron un 7%. Esta situación llevó a la aerolínea a replantear su estrategia y a buscar nuevas formas de mantenerse competitiva en un entorno económico adverso.

En el verano de 1987, Aeroméxico extendió su vuelo Bogotá-Ciudad de México hasta Tijuana (AM480), utilizando aviones DC-8-62. Sin embargo, el 15 de abril de 1988, una huelga en la aerolínea derivó en la quiebra de la empresa y la suspensión de sus operaciones. Fue un momento crítico en la historia de Aeroméxico, ya que la aerolínea se vio obligada a reinventarse para sobrevivir.

El 1 de octubre de 1988, nació Aerovías de México, S.A. de C.V., conservando solo el nombre comercial de Aeroméxico y el emblema del Caballero Águila, un símbolo de la aviación mexicana. La nueva aerolínea inició operaciones con una flota de 25 aviones y una plantilla laborFundación y Primeros Añosal de alrededor de 3,500 empleados. Las prioridades de la empresa en este momento eran consolidar su negocio y alcanzar altos estándares de puntualidad, confiabilidad, cuidado en el manejo de equipaje y servicio al cliente, con el objetivo de recuperar la preferencia del público.

Entrada en CINTRA y Expansión Internacional

A mediados de 1995, Aeroméxico se integró a la Corporación Internacional de Transporte Aéreo (CINTRA) junto a Mexicana de Aviación, después de que se descubriera un fraude de 75 millones de dólares perpetrado por el entonces director general Gerardo de Prevoisin Legorreta.

Esta integración permitió a Aeroméxico fortalecer su posición en el mercado y mejorar su competitividad. En 1996, Aeroméxico comenzó un acuerdo de código compartido con Delta Air Lines y Air France, lo que permitió a la aerolínea expandir su red de rutas internacionales y ofrecer un servicio más amplio a sus clientes.

En el año 2000, Aeroméxico se convirtió en miembro fundador de la alianza SkyTeam, junto con Delta, Air France y Korean Air. Esta alianza global permitió a Aeroméxico ofrecer a sus pasajeros una mayor conectividad y acceso a una red global de destinos.

En 2003, Aeroméxico inició la renovación de su flota con la adquisición de aviones Boeing 737-700 equipados con winglets. El primer avión de este tipo, con la matrícula XA-AAM, llegó en octubre de 2003 e inició sus vuelos el 1 de noviembre en la ruta Ciudad de México-Cancún (AM579). Esta renovación de la flota permitió a la aerolínea mejorar la eficiencia de sus operaciones y ofrecer un servicio más cómodo y moderno a sus pasajeros.

En 2006, Aeroméxico continuó con la renovación de su flota, adquiriendo tres aviones Boeing 737-700 adicionales, que fueron matriculados como XA-AEJ, XA-AEK y XA-AEL. Estos aviones se incorporaron a la flota entre mayo y junio de 2006, fortaleciendo aún más las operaciones de la aerolínea en sus rutas nacionales e internacionales.

Privatización y Expansión de Rutas

El 29 de octubre de 2007, tras un proceso de venta realizado por el gobierno mexicano, el Grupo Financiero Banamex adquirió Aeroméxico. Esta privatización marcó un nuevo capítulo en la historia de la aerolínea, ya que permitió a la empresa contar con los recursos necesarios para expandir sus operaciones y modernizar su flota.

En 2008, Aeroméxico adquirió su primer avión Boeing 777-200ER, que fue registrado como N746AM. Este avión fue el primero en lucir la nueva imagen de Aeroméxico y fue utilizado para operar las rutas a Buenos Aires, Madrid, Santiago de Chile y São Paulo. Este fue un paso importante en la estrategia de expansión internacional de la aerolínea, ya que le permitió ofrecer vuelos de largo alcance a destinos clave en América del Sur y Europa.

En 2012, Aeroméxico realizó su primer vuelo transcontinental con un avión alimentado por biomasa, lo que demostró su compromiso con la sostenibilidad y la innovación en la industria de la aviación. Este vuelo fue operado con un Boeing 777 en la ruta Ciudad de México-Madrid y marcó un hito en la historia de la aerolínea.

En junio de 2012, Delta Air Lines adquirió una participación accionaria en Aeroméxico, lo que fortaleció aún más la alianza entre ambas aerolíneas. Este acuerdo permitió a Aeroméxico ampliar su red de rutas en Estados Unidos y mejorar la conectividad para sus pasajeros.

En agosto de 2013, Aeroméxico incorporó a su flota el primer avión Boeing 787-8 Dreamliner, registrado como N961AM. Este avión, que fue bautizado con el nombre «Quetzalcóatl», inició sus vuelos el 1 de octubre de 2013 en la ruta Ciudad de México-Tijuana. La incorporación del Dreamliner a la flota de Aeroméxico marcó el inicio de una nueva era para la aerolínea, permitiéndole ofrecer un servicio más eficiente y confortable en sus vuelos de largo alcance.

En 2015, Aeroméxico continuó con la renovación de su flota, adquiriendo su primer Boeing 787-9 Dreamliner, registrado como N183AM. Este avión fue utilizado para operar las rutas a Madrid, París, Londres, Ámsterdam, Santiago de Chile y Buenos Aires, fortaleciendo aún más la presencia internacional de la aerolínea.

Desafíos Recientes y Futuro

El 30 de junio de 2020, Aeroméxico se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos debido a la grave crisis provocada por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, la aerolínea continuó operando y llevó a cabo un proceso de reestructuración financiera con el objetivo de asegurar su viabilidad a largo plazo. Durante este periodo, Aeroméxico implementó una serie de medidas para proteger la salud de sus pasajeros y empleados, y adaptó su modelo de negocio a la nueva realidad del mercado.

A pesar de los desafíos provocados por la pandemia, Aeroméxico ha demostrado su capacidad de adaptación y su compromiso con la seguridad y el servicio al cliente. La aerolínea ha continuado operando vuelos nacionales e internacionales, ofreciendo a sus pasajeros una amplia gama de destinos y servicios. En la actualidad, Aeroméxico sigue siendo una de las aerolíneas más importantes de América Latina y se mantiene a la vanguardia de la innovación en la industria de la aviación.

Con su moderna flota de aviones y su enfoque en la sostenibilidad y la excelencia operativa, la aerolínea está bien posicionada para enfrentar los desafíos del futuro y continuar ofreciendo un servicio de calidad a sus pasajeros.

Conclusión

A lo largo de sus más de 85 años de historia, Aeroméxico ha demostrado ser una aerolínea resiliente y capaz de adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado. Desde su fundación en 1934, la aerolínea ha superado múltiples desafíos, incluyendo la nacionalización, crisis económicas, huelgas y la reciente pandemia de COVID-19. A pesar de estos desafíos, Aeroméxico ha logrado mantener su posición como la aerolínea bandera de México y ha expandido sus operaciones a nivel global.

La historia de Aeroméxico es un testimonio de la importancia de la innovación, la sostenibilidad y el compromiso con la excelencia en la industria de la aviación. Con su moderna flota de aviones y su pertenencia a la alianza SkyTeam, Aeroméxico está bien preparada para continuar su legado de servicio y excelencia en los próximos años.

La aerolínea ha jugado un papel crucial en el desarrollo de la aviación en México y ha contribuido significativamente a la conectividad global del país. A medida que mira hacia el futuro, Aeroméxico seguirá siendo un símbolo de orgullo nacional y un líder en la industria de la aviación, ofreciendo a sus pasajeros un servicio de calidad y una experiencia de viaje excepcional.


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